“La historia de mi vida es la historia de las personas que intervinieron en ella.
Nunca he sido tan feliz como lo soy ahora en este delicioso lugar de agua, pastos y luz de sol.
La mía es una historia de fe y traición y de aprender a confiar de nuevo.
Lo recuerdo todo”.
Con estas sentidas palabras, Belleza Negra, un hermoso caballo negro, habría de recordar aquellos momentos de su vida marcados por la presencia de personas de quienes llegó a conocer lo bueno, lo malo y lo feo del ser humano.
Por otra parte, son pocas las películas que he visto y que han provocado en mí las más tiernas emociones: alegría, melancolía o tristeza.
Este film tan especial es el que me motiva a escribir las siguientes líneas.
Black Beauty (Belleza Negra) es el título original de esta maravillosa película filmada en 1997, dirigida por Carolina Thompson, con el guión de Anna Sewell y la música de Danny Elfman. El reparto estuvo integrado por Sean Bean, David Thewils, Jim Carter y Meter Davison.
Belleza Negra es la historia de un corcel negro nacido en la Inglaterra del siglo XIX. A lo largo de su vida, Belleza servirá a una serie de amos. Algunos serán buenos, otros no tanto. Unos serán amables y sensibles: “el buen trato hace a los buenos caballos”; otros, en cambio, serán crueles y despiadados: “el mal trato los arruina”. Alternará momentos de felicidad con tiempos difíciles de su vida.
Los primeros pasos de Belleza Negra están marcados por su nacimiento. Siguiendo en todo momento a su madre, Belleza empieza a adaptarse al ambiente que le rodea. Poco a poco va adquiriendo autonomía. Comienza a rodearse de sus demás amigos potros. Luego llega el momento en que su entrenador le coloca el bocado (una fría barra de hierro que se coloca a los caballos en la boca), la silla de montar y los zapatos de hierro. Un paso crucial para el joven corcel – y para todo caballo en general que pretenda ser empleado como medio de transporte. Finalmente llega el momento en que Belleza tiene que partir. Irá a un “nuevo hogar”. Sus verdaderas vivencias están a punto de comenzar.
Sus nuevos amos viven en el campo, específicamente en Birtwick Park de propiedad del hacendado Gordon. Justamente es la esposa del hacendado quien le pone el nombre de Belleza Negra. En el establo de Birtwick Park, Belleza recibirá los cuidados de John y de su sobrino Joe.
Sus dos amigos inseparables serán Ginger y Piernas Alegres. La primera, una hermosa yegua color marrón; el segundo, un simpático pony blanco.
Los momentos vividos por Belleza Negra en Birtwick Park serán inolvidables. Las gratas aventuras sucedidas quedarán por siempre grabadas en las retinas de su mente. Esta fue la etapa más feliz de su vida. Sin embargo, la dicha no será duradera. Debido al mal estado de salud de la esposa del hacendado, las cosas cambiarán rotundamente. La pareja Gordon se ve obligada a dejar Birtwick Park y, por ende, tienen que desprenderse de muchas de sus cosas preciadas entre los cuales se encuentran Belleza Negra y sus amigos quienes seguirán destinos diferentes. Por ejemplo, Piernas Alegres es el primero en partir, en cambio Belleza y Ginger seguirán juntos. Las cosas no volverán a ser las de antes.
Joe - con el dolor de su corazón - se ve obligado a vender a la pareja de caballos que dan a parar a la mansión de una excéntrica dama inglesa (Lady Wexmire), amante de la perfección y de los caprichos palaciegos. Es el tercer lugar que le toca vivir. El nuevo ambiente le resulta frío, disciplinado e indiferente. Sin embargo los gratos momentos en Birtwick Park están siempre presentes en la memoria de Belleza Negra. Aquí se produce un punto de quiebre para ambos caballos. Se separarán definitivamente.
El cuarto resultó ser un “horrible amo” dedicado a la renta de caballos al que todos odiaban. Sin pena ni gloria, nuestro cuadrúpedo amigo termina en la feria de caballos – especie de mercado donde se venden a estos animales. Belleza espera con resignación a su nuevo amo. Por algún momento cree percibir la presencia de Joe. Se impacienta. Le busca con la mirada, pero no hay ningún indicio de él.
En dicha feria, Belleza será comprado por un buen amo: Jerry. Por 17 guineas, este cochero le prodigará buenos tratos.
Ahora Belleza Negra tiene un nuevo nombre: Jack Negro. Trabajará en la ciudad. Se puede percibir el ambiente comercial y convulso de la misma. Si bien es cierto que Jack Negro (Belleza Negra) ya no es joven y que el trabajo en la ciudad le resulta muy desgastante; no obstante Belleza sabrá adaptarse a este nuevo estilo de vida.
La etapa que le tocó vivir al lado de Jerry y su familia es lo más parecido a su feliz estancia en Birtwick Park: “Las buenas personas, hacen los buenos lugares”. No obstante se suceden algunos momentos tristes. Belleza se reencontrará con su amada Ginger. Sus ojos apagados y su magro cuerpo evidencian una vida difícil. A los pocos días la frágil Ginger deja de existir.
Como si fuera poco, Jerry el amo de Belleza Negra enferma gravemente de salud. A causa de un mal pulmonar se ve obligado a dejar la ciudad y con el a Jack Negro.
Aquí se inicia el desenlace final de la película. El siguiente dueño de Belleza Negra (el sexto) resulta ser un “comerciante en granos”. Por dos largos años, Belleza Negra tiró de un pesado coche hasta que su cuerpo no pudo más.
Es así como regresa al mercado de caballos. Espera indiferente, sin vida y sin pasión por un nuevo comprador. A nada tiene sentido para él.
La escena final es muy conmovedora. En el interior de un establo, Belleza Negra junto a otros caballos espera ser vendido. A su corral se acerca un padre con su hijo. Ambos se dan cuenta que el maltratado caballo debió ser de clase en algún tiempo pasado. En ese momento es cuando Joe, hecho hombre, se acerca a ambos y juntos observan al triste cuadrúpedo. Joe no logra reconocer a Belleza y se marcha. Pero él sí le reconoce. Tal vez sea la última oportunidad que tenga. Por unos instantes, el fuego de su vida retorna. Comienza a relinchar. De espaldas a Belleza, Joe consigue reconocer esa voz inconfundible. Ese sonido particular que hizo de Belleza Negra un caballo distinto. Lentamente gira y con lágrimas en los ojos, Joe regresa sobre sus pasos hacia su querido amigo. “Aquí estoy… estás a salvo ahora” le dice. Los malos tiempos han llegado a su fin.
El último momento de la película muestra a Belleza Negra como al principio. Se le ve descansando “en este delicioso lugar de agua, pastos y luz de sol”. Belleza vive tranquilo, ahora, dice, “llevo un año y medio viviendo en este lugar: feliz”. Nuevamente “mi vigor y mi espíritu volvieron”. Con Joe como amo “estoy en casa”. Por fin “mis problemas se acabaron”. Belleza Negra siempre tendrá “el recuerdo de mis amigos de Birtwick Park” y pase lo que pase ya “nada podrá separarnos de nuevo, nunca”.
Esta fue la historia de su vida. Recuerdos que Belleza Negra siempre tendrá en su memoria. Fueron los momentos felices vividos en los verdes campos de Birtwick Park junto a sus eternos amigos Ginger y Piernas Alegres.